Ante la preocupante baja en el nivel competitivo de los máximos referentes del tenis chileno, Fernando González y Nicolás Massú, surge la preocupación por un pronto recambio para el tenis chileno. Y aunque muchos aún aguardan una reedición de su grandes logros, como los alcanzados en los Juegos Olímpicos de Atenas donde obtuvieron medallas de oro y medalla de bronce y en la edición siguiente los Juegos Olímpicos de Beijing donde Fernando González llegó a la final y obtuvo medalla de plata, el horizonte se ve mas bien opaco y lejano.
Pero hace poco más de un mes, un grupo de jóvenes integrantes de la selección Sub 14 de tenis viajaron al mundial de la especialidad en Protesjov, República Checa, con la ilusión de representar al país y poder, dentro sus posibilidades, realizar un buen papel.
La sorpresa llegó cuando los juveniles avanzaron sin problemas cada ronda, venciendo sin problemas a cuanto país se le cruzaba por delante hasta alcanzar inesperadamente para todos la final.
Frente a ellos se instaló una potencia mundial de la especialidad: los italianos. Fieles a su técnica de juego, los pequeños tenistas lograron dar la sorpresa y coronarse campeones del mundo en su categoría.
Se trató de un triunfo inédito para el deporte chileno y muchos pensaron de inmediato en que había llegado finalmente el esperado recambio.
Pero hay que tomárselo con calma. Los chicos tienen apenas 14 años y aún queda camino por recorrer. No obstante, es un llamado de alerta para la Federación de Tenis para no descuidar a estas jóvenes promesas y valorar este enorme logro.
Es el momento de no dejarlos abandonados a su suerte y trabajar para que den el salto en sus jóvenes carreras. Tal vez así, podremos en solo un par de años volver a brillar en torneos internacionales, de la mano de estos pequeños campeones.
Felipe Muñoz H. 2º A
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